Un proyecto que fue más que un trabajo, de esos que desde el principio te sientes a gusto, donde todas las ideas fluyen casi mágicamente.
La intervención y acondicionamiento de un local con restos de la muralla de Huesca fue un gran reto, en el que dotar a cada espacio de un ambiente especial y tratar de potenciar los elementos patrimoniales, sin entrar en competencia con ellos fueron premisa fundamental. La reutilización y aprovechamiento de elementos procedentes del mismo local y de la reforma de la vivienda del propietario también fueron claves.
El tercer espacio, la sala "Genius" donde la presencia imponente de la muralla árabe nos pedía un tratamiento más neutro para no restarle protagonismo.
En cuanto a instalaciones, se implantó un sistema de suelo radiante calor-frío con sistema de bombas de calor geotérmicas con gestión automatizada para el máximo ahorro energético, además de una iluminación de bajo consumo y led.
El reto con el que nos encontramos fue un local con mucho fondo, con tres espacios claramente diferenciados, tanto por sus características como por su uso. Un rico patrimonio, comenzando por la imponente presencia de la muralla de Huesca, pero también una nave con cubierta a dos aguas con cerchas de madera.
Contiene tres espacios muy diferenciados: Acceso y bar, se accede mediante una terraza cubierta que hace de transición entre la calle y el interior del bar.
Este primer espacio, destinado a bar-cafetería se diseñó como una reinterpretación de las tascas antiguas. Se pudo aprovechar algunos elementos de pavimento hidráulico existentes, combinados con otros nuevos.
La sala intermedia o polivalente debía servir para uso cafetería, de día pero también para un ambiente nocturno, Surgió la idea de reutlizar las puertas rescatadas de la rehabilitación para crear la caja de los baños y para que de esta surgieran nuevas puertas hacia el techo, lo que permitió ocultar las instalaciones.
Desde la sala intermedia, a través de los ventanales ya se adivina el espacio más especial del local...
